Apagón, ecoansiedad y la búsqueda de respuestas 🤔
Vivimos tiempos difíciles y nos preocupa el futuro, pero no estamos solos en esto... ¡juntemonos y hagamos comunidad!
¡Hola!
Este mail lo lees en menos de 5 minutos. Si preferís, te lo leo en voz alta en 10 minutos 😉
Ya estamos en Marzo, ahora sí “empezó el año” con todo. Se calmaron un poco los incendios en el Sur1, pero sigue el calor, los apagones y las tormentas devastadoras2. Espero que vos dentro de todo estés bien y hayas sobrellevado esta primera semana lo mejor posible.
Te cuento que a mi el corte de luz me agarró a punto de empezar una videollamada de trabajo, que tuve que tomar sin cámara desde el celular mientras caminaba buscando un bar. Caminé varias cuadras en el calor insoportable, hasta que apareció “Martinelli” un barcito estilo italiano que ¡tenía luz!
Dudé un poco porque era más gelateria y pastelería (y yo moría por algo salado), pero era un oasis de electricidad en medio del apagón: la cuadra anterior no tenía luz, la siguiente tampoco. Ese barcito era la única opción, mi salvación. Entro. Hay sólo una mesa libre para dos personas justo al lado de la ventana (mi ubicación preferida).
El lugar es chico y hay pocas mesas. Casi todas ocupadas con personas con computadoras que evidentemente tenían la misma necesidad, un lugar con luz e Internet para trabajar. Me siento, saco mi cuaderno, mi computadora, y mientras me entero que prácticamente la mitad de la ciudad está sin luz, veo por la ventana cómo afuera empiezan a desfilar grupos de personas que con calmada ansiedad, también estaban buscando un refugio.
Los veo cómo pasan, ven que hay luz y entran entusiasmados. Pero cuando se dan cuenta que no hay más mesas libres, se van desilusionados, de nuevo a la calle a seguir la búsqueda. Al menos 3 de estos grupos tenían una persona muy mayor, en silla de ruedas o bastón. No buscaban Internet, sólo un lugar más fresco que el infierno de la calle y su casa sin luz.
Con cada grupo que entraba y se iba, me sentía más afortunada de haber encontrado esa mesita, y al mismo tiempo no podía dejar de registrar lo terrible e injusto de la situación.
🥵El villano climático
Sentí que esta “escena” de la vida real tuvo una buena dosis de similitud con las escenas iniciales del libro Ministerio para el futuro (aunque varios niveles de magnitud menos dramática). Es un libro de ciencia ficción escrito en 2020, que arranca con el relato de una ola de calor masiva y mortal en India: un estilo The Walking Dead pero en vez de zombies, la amenaza que si te agarra te mata, es el calor, y no podes esconderte del calor, sólo encontrar un lugar fresco, aire acondicionado y un generador con nafta (porque claro que en el colapso no hay red eléctrica).
La diferencia con estas personas que entraban al café y se iban muy pacíficamente cuando se daban cuenta que no había más lugar, en esa ciudad India, Uttar Pradesh, si tenías un generador o combustible, tenías que defenderlo con tu vida, porque la gente estaba dispuesta a cualquier cosa por un poquito de energía con tal de no morir de calor. 🫠
Sí. Es fuerte. Demasiado fuerte. De hecho lo dejé porque me generaba una ecoansiedad tremenda, no es el libro ideal para leer antes de dormir. Si alguien lo terminó, que cuente cómo sigue y si lo recomienda. Algún día lo retomaré, porque se supone que más adelante viene la parte optimista, donde la sociedad realmente empieza a hacer algo para cambiar la situación (de ahí el nombre Ministerio para el Futuro).
Pero para ser honestos, el verano está terminando y este año en AMBA zafamos bastante dentro de todo. Tuvimos días de mucho calor, pero comparando con las olas de calor3 del año pasado o con otras localidades y ciudades, la sacamos barata.
Aún así, este día con 47°C de térmica, el 3ero más caluroso de la historia de Buenos Aires, nos recordó lo dependientes que somos de la electricidad y lo frágil que es nuestra red eléctrica. Si se corta el suministro no sólo nos quedamos sin luz, también nos quedamos incomunicados y sin agua. Y lo peor es que es muy poco lo que podemos hacer para reducir esa dependencia.
Pero hoy no es la única dependencia que me preocupa…
🤔 Superar la dependencia
Si me seguís en Instagram (y sino copate), seguro me habrás escuchado expresando mi frustración con esa plataforma, por los formatos, la baja visibilidad, el bendito algoritmo. Me quejo pero sigo ahí. Porque sin darme cuenta desarrollé una dependencia. No digo una adicción de consumo (como sentía más con Twitter antes de que sea X), sino una dependencia estructural: hace años se transformó en mi canal principal para compartir ideas, generar contenido y conectar con la comunidad. Hoy, Instagram es parte fundamental de mi trabajo, y al mismo tiempo, siento que es algo de lo que no puedo salir. Y sé que no soy la única. A muchos les pasa: no les gusta, no quieren, pero tienen que estar.
Cuando empecé en Instagram en 2018, era OTRA cosa. No me hallo en esta nueva versión de las redes. 4 Y vengo estancada hace rato sin saber qué hacer al respecto. Cada vez me pesa más sentir que mi creatividad y mi contenido están a merced de un algoritmo, de una plataforma que lucra con nuestra atención y que puede apagarnos en cualquier momento.
Estoy reflexionando mucho sobre los modelos de negocios digitales y cómo quiero (o no) ser parte de esas dinámicas. Sigo avanzando con Nexus de Harari, y cuanto más leo sobre el poder que tienen las redes sociales para modelar la realidad sin que nos demos cuenta, más ganas me dan de salirme de ahí.
“¿Cómo reinvento mi relación con Instagram?”5. Como podrás suponer, sé que mi camino está en otro lado y cada vez tengo más claro qué y dónde voy a volcar mi trabajo.
Pero no es tan fácil…
🙏 En la búsqueda de espacios más genuinos
En el fondo, siento que necesitamos más que videos de 90 segundos. Necesitamos un lugar donde podamos hablar de lo que sentimos. Lo que nos pasa con nuestras micro luchas cada día por extenderle la vida a un objeto, rechazar un plástico, lo que sentimos con los incendios, las tormentas extremas o los récord de temperatura, sin que nos digan que estamos exagerando.
Aunque algunos nos quieran hacer quedar como un puñado de locos, sé que cada vez somos más los que compartimos estas inquietudes, y tenemos ganas de entender mejor lo que pasa y de encontrar formas de actuar.
Por eso, estoy armando un espacio, un club de ambientalistas imperfectos.
Para compartir ideas, validarnos en los sentimiento, sentir que no estamos solas en esto.
Un lugar para aprender juntos, buscar formas de interactuar pero fuera de Instagram, que sin darnos cuenta entramos y ya caímos en la trampa del doomscrolling. Un espacio para dedicar tiempo e intención a armar comunidad alrededor de nuestro activismo imperfecto.
No lo anuncié mucho todavía, voy de a poco porque quiero que primero se sumen quienes realmente lo sientan. 😉
Si esto te resuena, si te das cuenta que estos temas te los guardás porque no sabés con quién hablarlos, respondeme este mail con un "me pasa" y te cuento más.
📩📩
(Si querés, contame un poco lo que te preocupa o qué te gustaría encontrar en un espacio así).
🌈Para imaginar futuros posibles
Sé que además de compartir la sensación de todo lo mal que está el mundo y que no queremos fingir demencia, igual necesitamos una dosis de esperanza para ver, o intentar vislumbrar, luz al final del camino (ahre dramática). Pero fuera de joda, si no lo viste antes, te recomiendo chusmear la serie animada El Futuro Imposible.
Si querés verla con más gente, este martes nos juntamos con la consigna ¿Cómo diseñar un futuro saludable para todas las personas y especies? Es el primer encuentro del ciclo de proyecciones de El Futuro Imposible, y vamos a debatir y pensar juntos cómo imaginar lo que se viene. Acá toda la info.
En otras novedades…
🗓️ Mes del Compostaje
Estamos entrando en el Mes del Compostaje (¡empieza el 22 de marzo!) y se está armando un grupo muy entusiasta de fanáticos del compost en todas las escalas y formas que te imagines, para activar cositas en Buenos Aires. Hay grupos en otras partes del país también. Si querés sumarte escribime y te mando link al grupo. Próximamente les cuento más.
🪱 ¿Compost + Oficinas?
Personalmente estuve recordando la primera vez que hice una compostera en oficina, que fue un éxito. Compost + Oficina es posible, y para este mes quiero inspirar más oficinas a reducir sus residuos y su huella de carbono incorporando el compost como solución. Si en tu oficina les gustaría, escribime y te cuento más!
👩🏫 1+1 se transforma en 1x2=3
Siempre que hago 1 charla paga, sobre reciclado, huella de carbono, greenwashing, abro 1 cupo para una charla gratuita en una escuela u ONG. Durante marzo y abril, por el mes del compost, voy a hacer que por cada 1 paga serán 2 las charlas gratis!
Si te gustaría que visite o organicemos una actividad en tu escuela o organización, podes completar este formulario y/o contactame con alguna empresa amiga.
Nos leemos la próxima ¡Gracias!
Daf
@lalocadeltaper
Ahora es turno de la reconstrucción y la regeneración, todavía es importante tu donación. Alias: amigos.patagonia
Varios pueblos quedaron destruídos con la última tormenta. Bahia Blanca en especial, están juntando donaciones oficiales en el alias de la Municipalidad: bahiaxbahia, y también a la Asociación Israelita de Bahia Blanca al alias: asociacionisraelita.
No cualquier día de mucho calor se considera una “ola de calor”. Hablamos de al menos 3-5 días consecutivos en los cuales la temperatura máxima diaria excede en 5ºC a la temperatura máxima media.
Mi amigo Valentin Muro describió excelentemente lo que pasa con el mundo de las redes y la “creación de contenido” en su newsletter “Receta para el Desastre”. Hablamos mucho de esto y va a ser también tema de mi próximo newsletter.
De hecho, fue la pregunta que me llevé como tarea de “destrucción creativa” cuando hice el Workshop de Agilidad ATP con mi amiga Ani Angelini que recomiendo mucho!!!
me pasa :(